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الخميس، 5 فبراير 2015

AGADIR EN TORNO A 1911 – APROXIMACIONES HISTORIOGRÁFICAS HISPANO-MARROQUÍES AL AGADIR DE FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

FLSH agadir hispanicos

Departamento de los estudios hispanoamericanos flsh agadir

AGADIR EN TORNO A 1911 – APROXIMACIONES HISTORIOGRÁFICAS HISPANO-MARROQUÍES AL AGADIR DE FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

 05/02/2015

 

Auteur : Youssef AKMIR
Date de publication : 2014
Langue : Espagnole
Nombre de Pages : 206 pages
Editeur : Faculté des Lettres et des Sciences Humaines - Université Ibn Zohr – Agadir& Institut des études hispano-lusophone - Université Mohamed V- Rabat
Acaba de salir a la luz pública la obra titulada AGADIR EN TORNO A 1911, Aproximaciones historiográficas hispano-marroquíes al Agadir de finales del siglo XIX y principios del XX.  Editado por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Agadir e Instituto de Estudios Hispano-lusos de Rabat, y coordinado por el Profesor Youssef AKMIR el libro cuenta con un elenco de estudiosos, en cuyas aportaciones abordan aspectos diferentes del pasado histórico de una ciudad  de la que poco se ha escrito en castellano. Nos parece pertinente presentar una breve reseña de los diferentes estudios de los que se compone el libro:
Rosario de la Torre del Río aborda la dimensión histórica de la crisis de Agadir 1911, desde el punto de vista de las relaciones internacionales basándose en la correspondencia del marqués de Alhucemas, ministro de Estado de España en aquel año. Eloy Martín Corrales analiza, el impacto de “le coup d’Agadir” de 1911 a través de la prensa catalana. Maria Rosa de Madariaga trata la crisis de Agadir de 1911 desde los informes de los embajadores de España en Berlín, París y Londres. Francisco Javier Martínez-Antonio, estudia las limitaciones de la hegemonía francesa en Marruecos que la crisis de Agadir puso de manifiesto desde la perspectiva de la medicina y la salud pública. Jesús Mª Martínez Milán analiza las convulsas y complejas relaciones que mantuvieron los gobiernos de Paris y Madrid entre 1900-1912, en el marco de las negociaciones encaminadas a fijar las fronteras de sus respectivos proyectos coloniales en el sector que va desde la región del Sus hasta cabo Blanco. José Luis Villanova, aborda la trayectoria de la Sociedad Geográfica de Madrid, entidad que dedicó una especial atención a los asuntos coloniales de España tanto en el norte como en el sur Marruecos. Youssef AKMIR, opta por la reproducción de una fuente historiográfica local de mediados del siglo XIX escrita por un Táleb (aprendiz del Corán) y en la que describe meticulosamente la región de Sus-Massa.
Creemos que la realización de proyectos como el que hoy presentamos afianza más las relaciones académicas entre España y Marruecos, acerca las perspectivas y cubre parte de la manifiesta carencia de estudios escritos en castellano sobre la región del Sus y en particular sobre Agadir.

الأربعاء، 28 يناير 2015

Sueños de Gloria

                Sueños de Gloria

Es raro que una persona que haya vivido en el barrio madrileño de Lavapiés, en los años 50, no recuerde a Gloria Domínguez Carpio. Era una mujer muy poco agraciada, solterona y sin ningún pretendiente, se ganaba la vida fregando suelos, no tenía familiares cercanos ni amigos, su casa era una habitación sin ventanas y, en resumen, su existencia se limitaba a trabajar y a dormir, pero todos la envidiaban. Se la veía feliz.
Algunos de los que rozaron por instantes la vida de Gloria no perdieron la oportunidad de preguntarle —con más indiscreción que sutileza— cuál era la razón de su desconcertante estado anímico. Y, palabras textuales de la señora Domínguez: “La gente me tomaba por una jovencita loca, por una loca clínica, mas no desgraciada. No lo decían, pero sus miradas bastaban. Además, se despedían de inmediato y no volvían a tocar el tema. Explicarles que mi alegría se debía a la ilusión de llegar a casa para dormir cuanto antes y así soñar el mayor tiempo posible les parecía demencial”.

Ella no recuerda desde cuando empezó a vivir en sus sueños. También asegura no conservar imágenes de sus primeros años en casa de sus padres. Le gusta creer que llegó a ese mundo perfecto por casualidad, gracias a su curiosidad infantil. Sin embargo, Andrés Blanco, ex empleado del clausurado orfelinato Santa María, donde ella se crió, plantea que fue el dolor profundo y constante lo que la llevó a refugiarse en la fantasía. En todo caso, más allá del origen, lo relevante en su juventud era su presente. Y el presente no es algo que se ve o se toca o que está en el entorno, sino aquello que se siente y se percibe. Por eso mismo su felicidad era tan real.

cuentosEn los años 50, al salir del trabajo, Gloria evitaba cualquier tipo de contratiempo para llegar a su casa. Una vez ahí, se quitaba los zapatos en la entrada, abría el baúl que contenía las conservas, sacaba una, cogía la barra de pan, cortaba un trozo, ponía una fruta junto a su plato y comía lo necesario. Tras terminar, colocaba los utensilios sucios en un barreño que poseía una tapa hermética para contener los olores. Después, salía al pasillo y entraba al baño comunitario. Ya bañada y en pijama, se iba directa a la cama. Esa rutina la seguía de lunes a viernes. El sábado, se despertaba a las 10 de la mañana, tomaba desayuno, realizaba las compras de la semana, lavaba todos los utensilios y la ropa, limpiaba su casa, comía algo más contundente que los otros días, salía al pasillo, entraba al baño y, finalmente, se iba a dormir, hasta el lunes, día en que se levantaba un poco antes de lo habitual para recoger la ropa del tendedero.

Su casa era una habitación de 12 metros cuadrados, donde al apagar la luz era imposible distinguir si era de día o de noche. Tenía un colchón muy cómodo —colocado directamente sobre el suelo—, un armario salido, el baúl de las conservas, una caja con los utensilios, el barreño y una pequeña mesa personal de 20 centímetros de altura, sobre la que estaba el frutero y la panera. Nada más, ni siquiera polvo.

Apenas se acostaba entre las delicadas sábanas, Gloria despertaba junto a su marido y hacía el amor, sintiendo las caricias de los primeros rayos del sol. Después alistaba a sus dos hijos para ir al colegio mientras él les preparaba la merienda. El resto del día lo iba construyendo a su antojo. Pero no siempre fue de ese modo. Al comienzo dedicaba mucho tiempo a concentrarse en algo específico para soñar con ello, y a menudo no resultaba. Cuando eso le fue fácil, empezó a manipularlos desde dentro, en sus duermevelas, cosa que le cansaba muchísimo. Con los años, aprendió a vivir dormida. Aquel proceso fue de la mano del tipo de sueños que creaba, pasando de princesas y hadas a una vida real perfecta.

El lunes 9 de marzo de 1959, dentro de su rutina, Gloria conoció a un asturiano que la comenzó a querer, aunque para ella sólo era un contratiempo. Él no desistió, cada día se enamoraba más de la felicidad que transmitía y se lo hizo saber con cientos de detalles y algunas palabras. “Sólo por escucharlo, llegué hasta sentirme infiel con el hombre que me había dado dos hijos en mis sueños. Sé que puede parecer ridículo… ¡teníamos una relación de casi 7 años! Una relación preciosa, ideal”.

Un día, de repente, Gloria aceptó salir con el pretendiente. También aceptó casarse con él y emprendieron una nueva vida en Asturias. “Qué se va a hacer, me enamoré. Yo quería al padre de mis hijos, lo quería mucho, pero no era la clase de amor por la que eres capaz de dejarlo todo, tu armonía, incluso tu felicidad”.
Actualmente Gloria Domínguez sigue casada en Asturias y tiene tres hijos y cinco nietos inscritos en el registro civil español. Asegura que todas las noches continúa viendo a sus otros dos descendientes, que aún no le han dado nietos.